lunes, 12 de enero de 2009

Everything

Everything es mi primer pie apoyado en el piso laminado al despertar, es el regalo que abre un niño la mañana de navidad, nunca el más grande ni mucho menos el mejor, simplemente el primero, es sin duda alguna ya con mucho mayor experiencia mi primera vez en este nuevo año, un año que ya mismo ha creado meticulosamente atmósferas más que perfectas para redefinir mi Everything al estilo propio.

Everything no conlleva ninguna pretensión oculta, únicamente tiene el propósito con un exquisito sabor a uvas y buenos deseos de concederles la ocasión ideal para poder regalar el primero de muchos y fascinantes te amo.



Everything.

Hoy te vi por segunda ocasión, pero ésta vez a diferencia de nuestro primer encuentro, me sonreíste y me dijiste ´Hola´. Algo inesperado sucedió porque a mi el sonido de tu voz me pareció la más armoniosa melodía que nunca escuché y como el más tonto enamorado titubee demasiado antes de poder responderte ´¿Qué tal?´.

Tan sólo un par de semanas atrás ignoraba por completo que pudiera existir alguien como tú. Alguien que me hiciera temblar de emoción, suspirar desde lo más profundo de mí ser, hacer que me olvidara del tiempo y del espacio, alguien con unos ojos como los tuyos, con una boca como la tuya, con unas manos tan expresivas como las tuyas y con un cuerpo como el tuyo.

Te conocí un veintitrés de agosto, el bendito día que por vez primera, te noté en aquel restaurante con tu padre como único y fiel testigo. Desde entonces secuestraste por completo mi atención y ya son totalmente tuyos todos mis pensamientos. Fue un encuentro tan breve en el que únicamente poseímos la oportunidad para que nuestros ojos se encontraran por escasos segundos que detuvieron el tiempo regalándonos toda una eternidad suspendidos en un mismo espacio, nuestro espacio que recién empezábamos a cohabitar.

Me enamoré de esos ojos tuyos inocentes pero que observan con tanta experiencia la vida que pasa alrededor. Esos tus ojos tan expresivamente comunicadores de todo y nada que me miraron como reconociendo a un viejo conocido. Esos tus ojos tan característicamente tuyos. Fue el mismo día que no pude disfrutar mí ensalada favorita porque tu cabello tan negro como una noche de octubre, hermosa porque es apenas alumbrada por la musa de nuestra inspiración y, tan perfecto como sí así pretendieras que luciera no me dejo otra alternativa que dedicarle mi atención completa. Por supuesto también me percaté que en ningún momento frenaste tu coquetos instintos para jugar con él y provocar entonces que mi ser curioso de cada detalle tuyo no se apartara de ti ni un solo instante y guardaras por siempre en tus ojos tan característicamente tuyos mi fiel existencia.

¿De verdad crees en las coincidencias? O es que simplemente los dos buscábamos desenfrenadamente éste encuentro. De sobra sabes que sólo tu puedes contrariar mis convicciones y alentar mis sueños, aquellos que celosamente guardo en el cajón derecho de mí mesa de trabajo y también aniquilar mis más íntimos temores que te he confesado porque así lo decidí, porque así me lo permitiste y porque así me he aferrado aún más a ti, a esa tu personalidad inocente y provocadora, imperturbable en ocasiones, arriesgada y arrebatada en otras tantas más, pero auténtica en todo momento.

Por ti he vencido el miedo a acorralarte y besarte sin que nada importe, el miedo de tomar tu mano con infinita devoción, el miedo de por una sola ocasión olvidarme de la pretensión de ser premeditadamente práctico y permitirte entrar al lugar que por tanto tiempo protegí evitando a toda costa que alguien irrumpiera y lo dejara totalmente devastado.

A ti, te entregue la llave de mí lugar seguro, mí órgano más vivo, nervioso, excitable y complicado pero jamás atormentado. Nunca me detuve a pensar que podrías hacerme daño y causar el dolor más cruel y más desgarrador, aquél que sólo sufren los que se atreven a amar sin condiciones y sin miedos, aquellos que se juegan en la última apuesta el todo por el nada aún cuando ignoran las probabilidades del éxito pero que arriesgan el sí por el no por la simple emoción que produce el intentarlo, el deleite que se acumula por la expectativa y el deseo incontenible de la conquista.

¿Serás capaz de causarme tanto dolor? O es que nunca te apartaras de mi lado, ahora mismo no me importa, es más no quiero pensar en ello, no me hace falta tal seguridad, porque hoy se que sí lo haces te seguiré amando y de sobra sé que mí corazón sanará y entonces cuando al fin se recupere será mucho más fuerte y por supuesto que se arriesgará de nueva cuenta porque únicamente cuando has conocido el lado oscuro del amor, el mismo que te ha hecho sufrir, llorar y acumular recuerdos y fotografías, noches salpicadas de sudor corporal y besos que desbordan emociones apasionadas en tu habitación, puedes entonces valorar el lado bueno, el único, el perfecto, aquél que te hace creer, confiar, crear expectativas paralelas, enamorarte como la primera vez y encontrar un sentido de pertenencia en alguien más.

Nuestra canción ahora mismo es mí fuente de inspiración, tus besos son mí cereal con leche y frutas por las mañanas, un abrazo tuyo es mí blazer favorito y definitivamente eres tu mí reflejo en el espejo, eres mí café descafeinado, mí móvil timbrando veinticinco horas al día, eres mí mood en el facebook, mí ID que me identifica y me hace sentir seguro, eres mis buenos días y mis noches buenas , eres mi vodka con ´sprite 0´ y por favor léeme bien, siempre, siempre serás mí Everything, esa palabra que juntos redefinimos y que incluye todos los abrazos, todos los besos, todas las caricias, todos los te amo, todos los te quiero, todos los te necesito, todos las buenas intenciones, todas nuestras madrugadas y todas nuestras emociones contenidas.

Hoy, estás frente a mí, acompañados por una copa de vino y nuestra canción sigilosamente suspendida en el aire perfumado de tu habitación, tomas mí mano, me besas y mirándome con esos tus ojos tan característicamente tuyos irrumpes el silencio entre los dos para susurrarme al oído, Everything, Everything, Everything…


Nos leemos luego.



viktorkamacho.