@viktorkamacho
Sin duda el tema recurrente de
estos días es la vorágine de spots en medios masivos de comunicación
publicitando en la televisión y la radio a personajes de la política actual. Cuatro
partidos políticos con sus respectivos candidatos encabezan los titulares de
los diarios de circulación nacional, se convierten en trending topics en twitter
y suman likes en Facebook.
Algunos ocupan sus tiempos y
espacios para desacreditar a sus adversarios, uno que otro propone, pero en todos
los casos, los cuatro requieren apropiarse de nuestra confianza y por supuesto,
contabilizar nuestro voto a su favor este próximo primer domingo de julio.
Es un hecho, a México le urge un
cambio, pero un proyecto de cambio
con responsabilidad que incluya reformas en lo económico, lo político y en
la educación. Transparente en la rendición de cuentas. Que dé cabida a la
libertad de expresión y de manifestación. Respetuoso de los derechos humanos y
de las creencias religiosas, que no discrimine y que, en todo momento mantenga
una relación con los medios basada en una cultura democrática. Pero sobretodo
un México unido y fuerte que deje atrás el pasado y se ocupe del futuro.
Sin embargo esta “chamba” no es
exclusiva de nuestros gobernantes, por el contrario es tarea de los 112 millones de habitantes que
cohabitamos el territorio nacional. Es nuestra obligación involucrarnos y la
mejor manera de hacerlo es votando este primero de julio. La elección no es
fácil, contrario a lo expresado por el grupo de jóvenes que levantaron la voz
argumentando una manipulación de los medios; la información está disponible y
dispuesta para todos, así que vamos pues a informarnos y a elegir. Optar por la
opción que proponga y que se comprometa a cumplir. Soy joven y como joven tengo
claro que no todos pugnamos por soluciones masivas, los jóvenes requerimos “un
traje a la medida” que refleje nuestra individualidad. Así que los jóvenes
también exigimos un México incluyente y con oportunidades para todos. Más no un
México que confronte y se mantenga al margen del respeto y la civilidad.
Lo segundo será tomar conciencia y de una vez
por todas votar por un congreso uniforme que verdaderamente funcione y que permita
la aprobación de las reformas que solicitamos y que necesitamos. Esto sí es una
labor sencilla: ¡Vamos a votar por un solo partido político! Así de ésta manera
los consensos sí derivarán en acuerdos. La expresión “Ponerse la camiseta” es
compartir ideologías y representar los mismos intereses, luego entonces el
México que queremos todos, seguro estoy, será una realidad sí todos nos ponemos
la camiseta de MÉXICO.
Nos leemos luego.