lunes, 22 de agosto de 2011

Cuando seas grande...





@viktorkamacho



En 1999 la Organización de las Naciones Unidas proclamó el 12 de agosto como el Día Internacional de la Juventud. Misma organización que la define como el rango de edad entre los 11 y los 24 años abarcando la pubertad, adolescencia y la juventud plena.

Más allá de un concepto, los jóvenes somos por naturaleza, arriesgados y propositivos. Prueba de ello son los grupos juveniles que han encabezado diversos movimientos sociales determinando así el nuevo rumbo del mundo entero.

Sabedores de ésta fuerza, en la actualidad los gobiernos y las grandes empresas se han ocupado por incluir a los jóvenes en la función pública y en la iniciativa privada. Ya que son los jóvenes quienes renuevan la sociedad pero también la preparan para los cambios que habrán de redefinir la cultura, la ideología y por supuesto las formas de gobernar.

Los ejemplos son tantos y tan variados que sin duda abarrotarían este espacio. Tal es el caso de Roberto Borge, quintanarroense quien a sus 31 años se convirtió en el gobernador más joven en la historia del país. Luis Donaldo Colosio Riojas abogado de profesión y asiduo “tuitero” quien hace poco causó controversia por aferrarse a sus propias ideas rechazando propuestas para integrarse a las filas de más de un partido político. Canek Vázquez, Diputado Federal y Líder Nacional del Frente Juvenil Revolucionario con una visión única por el desarrollo de su país y el acercamiento con sus ciudadanos. Elisa Carrillo primera mexicana en lograr ser nombrada bailarina de la Casa de la Ópera de Berlín. Ximena Navarrete, segunda Miss Universo mexicana. Javier Hernández alías “Chicharito” o bien los integrantes de la Sub-17. Y por qué no Liliana Domínguez la única “Top Model” mexicana. Por supuesto sin dejar de lado a todos aquellos jóvenes mexicanos que han alcanzado el éxito antes de los 30´s.

Por ello, como bien citó Napoléon “Toda hora perdida en la juventud es una probabilidad de desgracia para el porvenir”. Lo más fácil es sentarnos y esperar que alguien más proponga, actúe y gobierne. Sin embargo, hoy tenemos la oportunidad de ser quienes renovemos las reformas políticas de nuestro país, lo posicionemos como un lugar atractivo para invertir: seguro (incluso en los espacios públicos de esparcimiento) y productivo, pero aún más importante, demostrar la capacidad de los jóvenes mexicanos, aquella que determine la dirección que habrá de tomar nuestro país hacía las elecciones del 2012.

¡Nos leemos luego!