lunes, 3 de agosto de 2009

Después de ti, ¿qué?

Mi batalla inició ayer a las 11:27 p.m. cuando leí tu carta, está carta que expresa tu sentir. Como siempre creí tener el control absoluto sobre la situación, pensé que sólo era cuestión de utilizar las estrategias adecuadas para preparar la avanzada, para no permitirme vacilar en el precipicio, caminar con pasos seguros es mi especialidad, pero algo sucedió, de pronto me costó mucho avanzar y me quede parado en medio de un solitario espacio esperando... dar el siguiente paso parece casi imposible.

Honestamente sabia que sentías algo más por mí, ¿Recuerdas que te explique que puedes conocer a las personas si dedicas unos momentos a observarlas? Si pones atención a sus movimientos, a sus gestos y actitudes, sin duda puedes adentrarte en sus pensamientos. Y, por lo demás tus acciones me gritaban tus sentimientos. Tus celos, tus enojos, tus bromas, tus emociones, todo para mi eran señales.

Lo que no imaginé es que esas palabras desencadenaran tantas emociones encontradas en mi interior, primero te confieso lo tomé muy mal, después reí como un loco y finalmente me quede pensando si de verdad podía ser real. ¿Cómo es posible que puedas enamorarte de alguien como yo? ¿Que en ocasiones se porta tan frío contigo? ¿Qué no para de jugarte bromas? ¿Que te ha dicho que te falta madurar, que se burla de ti, que transforma su actitud hacía ti cuando están frente a otras personas y que incluso te ha confesado que lo enfadas y desesperas?

Tal vez aprendiste muy rápido y observaste bien, analizaste que todo esto lo hago por miedo, por temor, por seguir creyendo que soy una persona demasiado práctica como para permitirme sufrir, porque ahora tengo muy claro que hagas lo que hagas y digas lo que digas no puedo enojarme contigo. Aún no sé las razones, pero simplemente me es imposible, no puedo y solo sé que no quiero.

Pretendo que tengas presente que nunca ha sido mi intención lastimarte, por el contrario sabes que haría lo imposible para complacerte, para demostrarte mi posición incondicional, de sobra sabes que no deseo hacerte pasar un mal rato, sobre todo después de compartir tanto... Sin embargo tampoco quiero engañarte, desde el principio he intentado ser siempre sincero contigo. ¿Sabes?, mi error es pensar que todos comprendemos igual las cosas y no es así, el ser humano escucha, cree y piensa a su manera, y tu piensas de una manera tan irreverente y loca que por eso disfruto estar contigo y cuando no estamos juntos siento un gran vacío, una enorme necesidad de verte, por supuesto no me permito hacértelo saber, que sentido tendría si aún no he decidido si debo dar marcha atrás o simplemente dejarme llevar e iniciar un ´nosotros´.

Definitivamente no puedo ser como tú, no puedo de pronto cambiar todo lo que me han enseñado y lo que he aprendido por cuenta propia acerca de la vida y de como debe ser, para de la nada abrirle la puerta a conflictos existenciales con los que sin duda alguna no me siento realmente cómodo e identificado.

¿Acaso es tan difícil? Los amigos no buscan causar daño, eso lo sé. Pero porque no puede ser más simple, tan simple como si se tratara de cualquier persona en la parada del autobús o en el bar de moda.

No lo sé, lo único que indudablemente quiero es estar cerca de ti, ser tu amigo, quiero ser tu otra mitad, quiero amarte sin prisas y llenarte de mi sexo, quiero que confíes en mí, que no permitas que mis acciones te hagan cambiar tu esencia y esa osadía que te identifica y que en conjunto han sido tus armas con las que me has debilitado y con las cuales también lograste captar mi atención.

No te he dado nada. Te he aceptado tal como eres, te he hablado con honestidad, he aprendido a tolerar lo que no me gusta de ti, he simplemente correspondido a lo que me has brindado.

Si consideras que son las razones que te permitieron escribir lo que sientes entonces ¡te lo he dado todo! Gracias por tu sinceridad, por hacerme reír, por brindarme razones, pretextos y excusas para necesitarte, para buscarte y para tenerte a mí lado, gracias por quedarte con mi atención, por amarme sin reservas, pero sobre todo gracias por estar...

Porque hoy todo cobra sentido, hoy puedo decirte sin ningún reparo que te amo y sin embargo también tengo miedo de amarte, pero sobre todas las circunstancias tengo miedo de mí, tengo miedo de no ser jamás la persona que tú anhelas, la persona que te respalde en todo momento, la que nunca deje de mirarte como la primera vez. El hombre que se enamore de ti a cada instante aunque el bendito tiempo se empeñe en llevarse tu juventud y a cambio te obsequie la experiencia, el que te bese sin temor a nada, el amante que llene de besos amorosos todo tu tibio cuerpo.

Creo firmemente que uno es quien se determina ser y no lo que te permiten ser, pero sobre todo ahora se que el tiempo no espera por ti. El tiempo siempre se empeña en ganarte la carrera.

En efecto hoy, ya no hay más mañanas, me quedo con tu recuerdo y con tu confesión y con esa hermosa serenidad impresa en tu rostro y que dentro de éste féretro de ébano te hace lucir aún más bella, el mismo que guarda celosamente tu alma y tu cuerpo ya sin vida, el mismo que ha talado todo nuestro presente y futuro y aunque hoy atesore hasta el fondo de mi alma nuestro pasado, nunca dejaré de pensar en el tiempo que perdimos en no gritarnos a la cara cuanto nos necesitábamos, el bendito tiempo que nos superó e impidió que nos dijéramos cuanto nos amábamos, el que reprimió que yo te dijera cuanto te amaba, pero sobre todo el mismo que fue fiel espectador de la historia de dos viejos conocidos que nunca llegaron a conocerse realmente.

1 comentario:

  1. Ufff casi lloro u__u estos momentos son los que realmente te hacen valorar a las personas y decirles lo que significan para ti cuando aun están a tu lado.
    Me gusta como escribes en algunas de hecho me he identificado hasta pareciera que yo ya las había escrito o por lo menos pensado antes. :)

    Te leo luego jiji n__n

    ResponderEliminar